Poetry?






miércoles, 14 de noviembre de 2012

De espaldas a la ventana

En Pompeya hay una muchacha
Que escribe
Poesía
Y no la comparte con nadie
Porque, me lo ha dicho,
Teme perder la virginidad

Dijo: “No es la carne lo que define la inocencia
Y mi alma sigue intacta, incluso después de lo que
Sucedió en marzo”
Y yo le creí
Le tendí un abrazo
Y me mantuve despierto
Toda la noche
Mientras ella dormía
De espaldas a la ventana
Y con los pies apoyados
En una almohada

Por la mañana
Despertó dócilmente
Y bostezó;
Se puso de pie y anduvo de aquí para allá
Un largo rato, digamos, cuarenta minutos
Sin hablar
Bajó una o dos calles hasta un almacén
Y se hizo de un paquete de surtidas
Que compartimos
En silencio
Mientras la vida
Los incluía a todos por igual
Y sin hacer discriminaciones
Dentro de un mismo sinsentido

Pronto anocheció
y escuché que murmuraba: “Algo no anda bien”
Me pidió que me largara
Lo más pronto posible
Que saliera a la calle
Antes que todo se complicara en serio
me pidió que no olvidara que existía
Lo dijo
Con los dedos cruzados;
Luego
Resonó un portazo
Por las escaleras de aquel edificio
De Avenida Riestra
Donde aún escribe poesía
Y duerme de espaldas a la ventana
Con la muy ligera sensación de que todavía es virgen

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